Meditaciones del Cenáculo Misionero: El Espíritu De Nuestros Votos

Francisco Javier Fernández ChentoCenáculo MisioneroLeave a Comment

CRÉDITOS
Autor: Tomás Agustín Judge, C.M. .
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Viernes Santo

Carta a los Siervos Misioneros, 22 MAR. 1923, MF 5329.

¡La Pobreza, la Obediencia y la Castidad! ¡Qué gloriosas cuentas del rosario son, uniendo nuestros corazones al Sagrado Corazón de Jesús! Encontramos a nuestro amado Señor tal como la Iglesia lo presentó el domingo pasado, en medio de una multitud de personas mordaces, irreverentes, sentenciosas. Durante estos días mis pensamientos tienden a reflexionar sobre esto: ¿Sobre quién estaban fijos los ojos de Jesús?; ¿A quién miraban los ojos de Jesús? «Miren al hombre», dice la Sagrada Escritura (Jn 19,5). Mientras ellos miraban, Él también miraba. Al ellos mirar, Él miraba. Y me pregunto: ¿Qué vio Él?

Seguramente que hay necesidad de hacer reparación por esos pecados de hace mucho tiempo y por los pecados de aquéllos que hoy en día miran a Jesús fríamente y con indiferencia e irreverentemente. ¡Qué consoladora debe ser tu mirada llena de amor! ¡Qué consuelo para el agonizante corazón de Jesús, en aquel espantoso primer Viernes Santo, cuando Él se daba cuenta de que tu corazón sería de Él!

(Al hacer juramento de tus votos otra vez), haz tu consagración a través del amor, sí, pero especialmente el amor de un alma que sufre y está adolorida por Él, por sus sufrimientos. Que ésta sea la reparación de amor. Que Él, que es injuriado, hoy en día se dé cuenta que tu deseas hacer actos de reparación y de amor por ti y por todos aquellos que rehúsan amarlo. Que Él vea que esta generosa prueba de amor encuentra expresión en obras buenas y en el buen deseo de siempre hacer actos de reparación. Únelo todo a su amor y a sus sufrimientos, al amor y a los sufrimientos de su compasiva Madre, a San José y a todos los santos.

Que la Madre de nuestro Señor, al hacerse carne de la Palabra, obtenga para ti muchas gracias y bendiciones, y sobre todo, que tú seas siempre generoso, leal y sacrificado (en el servicio de Jesús).

Tomás Agustín Judge C.M., fundador del Cenáculo Misionero

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