Hija de la Caridad Sierva de los Pobres Enfermos en Ussel
Hoy, 13 de noviembre de 16591
Muy querida Hermana2:
Le confieso que he hecho mal, porque hace mucho tiempo que no me he tomado el consuelo de escribirle; ha sido muy grato para mí ver que no lo tenía usted en cuenta, y quiero creer que da usted por cierto que no me falta el deseo de procurarle cuanta satisfacción puedo. Me parece por lo que me dice que empieza usted a cobrar esperanzas acerca de su nuevo establecimiento. Creo que 3la señora Duquesa 2 está en camino de regreso acá No dejaré, Dios mediante, de hablarle de esos pobres afligidos. Es verdad que a su regreso de Ussel me dijo que iría, como usted me dice; espero que entonces se decidirá a llevar a cabo el cumplimiento de su designio en favor de ese lugar. Le envío las estampas y los lentes que hace ya tiempo me ha pedido.
No escribo a Sor Eduvigis4, puesto que lo he hecho ya. Les ruego, queridas Hermanas, que les parezca bien lo haga así, es un pequeño ahorro para mi tiempo y para mi salud. Sor Maturina5 ha ido a La Fère en lugar de Sor María Marta 6 que a su vez ha ido a Cahors a auxiliar a nuestras dos 7 Hermanas, que ambas han estado enfermas. Sor Carcireux8 con otras dos bastante nuevas9, han ido a Narbona, y una y otra encuentran muchas dificultades por todas partes; es verdad que esa es la señal de las obras de Dios.
Como noticia, le diré, querida Hermana, que la divina Providencia que no cesa de cuidar de nosotras, ha hecho que los señores de la Villa de París nos trajeran el agua, ya están puestas las cañerías desde el registro hasta nosotras, lo que me hace esperar que antes de Navidad tendremos por completo la comodidad de una fuente dentro de la casa. Ya ven, queridas Hermanas, qué fieles hemos de ser a Dios que tan bueno es con nosotras. No escatimemos nada para demostrarle nuestra obediencia al mandamiento que su bondad nos hace de amarle.
Hemos llamado a dos Hermanas10 que estaban en Châteaudun cuando murió nuestra Sor Bárbara11, a quien debemos considerar feliz. Habiendo oído nuestro muy Honorable Padre la verdad de lo ocurrido en su vida y en su muerte, ha querido que se quedaran aquí para decírselo a la asamblea de las Hermanas, que tuvo lugar el día de San Martín en la que se admiró su firmeza en ejecutar las órdenes que se le daban, por todas partes por donde pasó, y en ayudar a las Hermanas a la fiel observancia de las reglas. Su desprendimiento de todas las cosas, su manera de pisotear todo respeto humano así como sus propias satisfacciones, fueron admirables, y tengo que decirle para confusión mía, que habiéndole pedido perdón, una de nuestras dos Hermanas, por alguna falta de consideración respecto de ella su contestación fue tan humilde que sólo recordarla hace que se me salten las lágrimas; fue ésta: «Pues qué, Hermana, si usted me soporta a mi tanto ¿cómo no habría de soportarla yo? le Los que la habían visto durante su enfermedad, no creían que fuera ella después de muerta, y mucha gente del pueblo que durante dos días estuvo yendo a la casa en tan gran número que fue necesario cerrar las puertas, decía que la habían pintado tan hermosa estaba. Ya ven, queridas Hermanas, si no es bueno perseverar en el amor y el servicio de Dios, en quien me digo, querida Hermana, su muy humilde hermana y afectísima servidora.
- C. 698 RC 3 It 634. Carta autógrafa. Dorso: 13 septiembre 1659 (0.1.).
- Ana Hardemont (ver C. 1 20 n. 2).
- Señora de Ventadour (ver C. 306 n. 6).
- Eduvigis Vigneron (ver C. 642 n. 3).
- Maturina Guérin (ver C. 326 n. 2).
- María Marta Trumeau (ver C. 72 n. 4)
- Adriana Plouvier y Luisa Boucher.
- Francisca Carcireux (ver C. 261 n. 2).
- María Chesse, natural de Bretaña, nació el 28 de octubre de 1637, entró en la Compañía de las Hijas de la Caridad el 30 de septiembre de 1657. Fue a Narbona en septiembre de 1659 Y estuvo allí 17 años. A continuación fue Hermana Sirviente de Gex y más tarde en el Hospicio del Santo Nombre de Jesús en París. Después de un trienio como Ecónoma General, volvió a Gex donde murió el 19 de abril de 1699. Ana Denoual (ver C. 713 n. 2).
- Ana Bocheron (ver C.602 n. 6) y Sulpicia Dubois (ver C.450 n. 4).
- Bárbara Angiboust (ver C. 7 n. 1)