Angers
Hoy, 18 de octubre de 16591
Señor:
Creo que tendrá usted pronto ahí al señor Dehorgny2, si es que no ha llegado ya a Angers. Tengo la seguridad, señor, de que tendrá el honor de verle y de que su caridad, no desmentida, hacia nuestras pobres Hermanas, tendrá la bondad de poner en su conocimiento los puntos fuertes y los puntos flacos de aquéllas, para que puedan ver juntos los medios de restablecer el espíritu de sumisión y cordialidad en esa pequeña.
Ayer recibí una carta de Sor Estefanía3 en la que me comunica que esos señores pide solamente dos Hermanas. Le suplico humildemente, señor, se tome la molestia, si su caridad lo tiene a bien. de decir a las Hermanas que hagan ver a dichos señores que, si han de disminuir el número de obreras, es necesario que sean ellos quienes se ocupen de comunicármelo ésta es también la forma de que yo pueda estar segura acerca de los gastos e viaje. Le pido humildemente perdón, señor, por comportarme con tanta libertad con usted. Tenemos tanta necesidad de seguir contando con la gracia que nos ha concedido la Providencia al proporcionarnos la ayuda de usted, que no puedo impedirme de esperarla y pedírsela a Nuestro Señor por cuyo amor obra usted y en el que me permito decirme, señor, su muy humilde y obediente servidora.