Hija de la Caridad Sierva de los Pobres Enfermos
Bernay
París, hoy 22 de agosto de 16561
Mi querida Hermana:
He recibido su carta en la que me manifiesta como siempre su más cariñoso afecto, por lo que le doy las gracias con todo mi corazón, asegurándole los mismos sentimientos por mi parte aunque no pueda demostrárselos sino ante Dios.
Sigo muy preocupada por nuestras Hermanas de Santa María del Monte, porque Sor Claudia2 continúa enferma; le ruego, querida Hermana, si se ha enterado usted de algo, me lo comunique y déme también noticias de Sor Lorenza,3 a quien saludo afectuosamente. Puedo asegurarle que Sor Cecilia4 goza de buena salud, no hace mucho me ha escrito; estamos pensando en hacerla venir; si así es, ya se figura, querida Hermana, que poco después la veremos a usted por aquí. Nos dice usted que nos manda hilo, pero no nos dice qué cantidad ni tampoco sabemos dónde se encuentra: quizá es que no ha llegado todavía… Todas nuestras Hermanas la saludan lo mismo que a Sor Lorenza, también lo hago yo con todo mi corazón y soy en el amor de Nuestro Señor, querida Hermana, su muy humilde hermana y servidora.