Hija de la Caridad, sierva de los Pobres enfermos
Chars
(septiembre 1651)1
Mi querida Hermana:
Pensaba enviarle hoy una Hermana para ayudarla, pero están casi todas tan delicadas, que me da miedo que vayan a caer enfermas al llegar ahí; por otra parte, lo que me ha dicho usted de la mujer que tienen en casa, me hace creer que no se ven tan apuradas. De continuar su necesidad, no dejaremos de mandarle ayuda, si Dios quiere, a El le ruego le conserve y continúe sus santas gracias, siendo en el amor de Jesús Crucificado, querida Hermana, su muy humilde hermana y servidora.