Con motivo de sus Bodas de Oro vocacionales, el P. Eladio Arnáiz hizo un viaje a Roma, y durante su estancia en la ciudad, el Papa Pío X le recibió en audiencia. Luego, a su regreso a España, como Director de las Hijas de la Caridad de la entonces enorme Provincia de Madrid, escribió una carta circular, el 20 de febrero de 1908, en la que daba cuenta de su viaje y en la que enumeraba las muchas gracias que el Papa le había concedido y firmado de «su puño y letra». La sexta de las gracias dice así: «Elevación de la referida iglesia (de San Vicente de Paúl, de Madrid) al título de Basílica, y comunicación de indulgencias y privilegios con la Basílica de San Juan de Letrán, de Roma, Catedral del Romano Pontífice.»
Para quienes sabemos que la auténtica concesión no llegó hasta 1923, esta cláusula de la Carta-Circular resulta sorprendente. En realidad, buscando en los Archivos de Madrid, hemos hallado una carta del P. A. Venaziani, Procurador de la Congregación de la Misión ante la Santa Sede, que con fecha de 23 de septiembre de 1908 contradice al P. Arnáiz. El P. A. Venaziani asegura que la petición, presentada por él, había sido denegada porque en Madrid ni siquiera la Iglesia-Catedral disfrutaba de este título. El Papa concedía, eso sí, una indulgencia plenaria a los fieles que visitasen la iglesia de San Vicente el día aniversario de su dedicación. Cómo el P. Arnáiz pudo hacer tales afirmaciones es lo que sorprende, y hace pensar de él como de un hombre un poco precipitado.
Peregrinación a Roma
La iglesia, comenzada en 1900, había sido inaugurada en 1904; y desde entonces el esplendor de su culto fue en aumento. Las asociaciones de la Milagrosa atraían muchos fieles, hasta el punto de que la iglesia comenzó a llamarse «de la Milagrosa». Aun en provincias se hablaba de la iglesia como de El Santuario Nacional de la Milagrosa.
En 1923 se organizó una peregrinación a Roma. Presidía la marcha el Cardenal Segura, entonces Obispo de Coria, a quien se apellidaría luego el «Cardenal de la Medalla».
El Papa recibió a los peregrinos, quienes a su vez le hicieron un triple obsequio: Primero, un lujosísimo álbum con la estadística de la Visita Domiciliaria de la Virgen. Recibían, por entonces, la Visita de la Virgen en España más de 200.000 familias. Segundo, un hermoso cuadro de plata representando a la Milagrosa. La Imagen había sido acuñada en Bilbao por don José Galarza, y regalada por
Basílica en Madrid
El Breve Congregationis Missionis de Pío XI llenó de regocijo a todos. El texto oficial, traducido al español, dice así:
«Nuestro amado hijo Lorenzo Sierra, presbítero de la Congregación de la Misión y Superior de la Casa de Madrid, nos hace presente que las Asociaciones de la Visita Domiciliaria, bajo la advocación de la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa, han tomado, con el auxilio de Dios, tal incremento en España que ha parecido oportuno al Superior General de la Congregación de la Misión y también Director General de estas asociaciones, previo el consentimiento del señor Obispo de Madrid, constituir en la iglesia que la dicha Congregación tiene en Madrid, bajo la advocación de San Vicente de Paúl, el único centro litúrgico, en España, de las susodichas asociaciones, en el altar o capilla dedicado o consagrado a la Santísima Virgen Milagrosa que existe en la misma iglesia.
«Resultando dicho templo de los Rvdos. PP. Paúles digno de todo encomio, tanto por el excelente estilo arquitectónico y su amplitud como por la gravedad y magnificencia de sus funciones religiosas; y siendo, por otra parte, la iglesia principal de la Congregación de la Misión de la Provincia de Madrid, a la que asiste un número considerable de fieles, como a centro litúrgico de las Asociaciones de la Medalla Milagrosa en España para impetrar la protección de la Santísima Virgen, acogemos con benevolencia las preces a Nos dirigidas por el muy digno Superior de la Casa de Madrid, el cual, expresando a la vez los deseos del Superior General de la Congregación de la Misión, Nos ha rogado tengamos a bien declarar a dicha iglesia, por medio de un indulto apostólico, Basílica Menor.
«Por esto, y después de oír a Nuestro Venerable Hermano Antonio Vico, Cardenal de la Santa Iglesia Romana y Obispo de Porto y de Santa Rufina, Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, con nuestra autoridad apostólica, y en virtud de las presentes letras, y para siempre, honramos con el título de Basílica Menor a la iglesia de San Vicente de Paúl…, etc.»
El título de Basílica se había conseguido gracias a las Asociaciones de la Medalla. De aquí surgió en el lenguaje popular el nombre de Basílica de la Milagrosa. El documento, publicado en Acta Apostolicae Sedis, y del cual hay una copia auténtica en la Basílica, lo firma el Cardenal Gasparri, Secretario de Estado. El nombre oficial es, pues, el de Basílica de San Vicente de Paúl.
Centró único litúrgico
En un principio se habló y escribió de la Basílica como de centro único litúrgico de todas las Asociaciones de la Medalla. El Breve, sin embargo, no dice que la Santa Sede constituya el altar de la Basílica en centro litúrgico. Lo supone ya constituido por una autoridad, el Superior General de los PP. Paúles, previo el consentimiento del Obispo de Madrid. Así lo expresa el primer párrafo del documento. Es más, el Papa ni alaba ni aprueba explícitamente esa determinación. Sólo aparece en el Breve como el principal de los motivos para conceder la gracia. La interpretación dada por Sal Terrae, Reglamento de las Misiones, Boletín de la Diócesis de Coria,y las revistas vicencianas, en el sentido de que la Santa Sede ha constituido la Basílica en centro único litúrgico, no es, por tanto, exacta.
¿Qué es lo que significa la expresión centro único litúrgico, o qué es lo que quisieron significar con ella? El P. Hilario Orzanco asegura que el P. Verdier, con fecha del 24 de diciembre de 1922, había constituido dicho centro litúrgico. Pero ni en la Curia Diocesana ni en la Curia Provincial de la Congregación en Madrid aparece tal documento. Por consiguiente, es necesario juzgar lo que la expresión centro litúrgico pueda significar a la luz del derecho entonces vigente y del lenguaje popular.
La Asociación de la Medalla no es archicofradía y, por consiguiente los centros particulares no necesitan afiliación a otro centro principal para existir. Los centros tienen existencia jurídica propia y ejercen su actividad en sus respectivas iglesias, capillas o parroquias. ¿En qué se podría concretar, pues, el significado de centro único litúrgico? En que además de ser un centro de peregrinación para todos los centros de España, es un centro donde todos los demás centros pueden ejercer las funciones litúrgicas, como en la propia iglesia o capilla en que están erigidas, es dcir, tienen derecho a usufructuar ese altar de la Virgen de la Medalla.
Cuando se erige una Asociación se le da como centro propio la capilla o iglesia en que se erige. Ahora bien, las Asociaciones de la Medalla en España, a más de su centro propio, tienen el altar de la Basílica, que es para todos los centros; y en este sentido, como advierte el P. Jacinto Fernández es único.
Casa del Pueblo de Dios
El P. Julio Sánchez, Secretario Nacional de las Asociaciones de la Milagrosa, buen orador y mejor escritor, llamó a la Basílica Casa solariega de todos los hijos de la Milagrosa, Nido blanco y cariñoso de todos sus amantes, Palacio suntuoso, Arpa melodiosa, donde cada corazón es una cuerda, y Centro Magnético. Y no exageraba.
En 1930 se daban cita en ese hogar los mejores oradores del tiempo, lo mismo que en años anteriores había sido el reclamo de los reyes de. España. Estos para ser presidentes honorarios de la Asociación de la Medalla a partir del 11 de abril de 1926; y aquéllos para ensalzar sus glorias, en la fecha centenaria de las apariciones de Rue du Bac. Luego vendría la guerra y la profanación del santuario.
El 7 de noviembre de 1965 quedaba establecida la Basílica como iglesia parroquial. De ahora en adelante, este santuario mariano puede llamarse Casa del pueblo de Dios, de modo análogo a como María es la Casa de Dios. La parroquia ha sido erigida bajo el patronato de la Milagrosa, es decir, que el edificio tiene por titular, como iglesia y como Basílica, a San Vicente de Paúl; pero como parroquia, como vecindario, a la Milagrosa. Y cosa curiosa también, por primera vez en un documento oficial se escribe escuetamente «Milagrosa» o Virgen de la Medalla Milagrosa, en sustitución de Inmaculada Virgen de la Medalla, dicha «Milagrosa».
Hay un hombre que va íntimamente ligado con la Basílica y la devoción a la Milagrosa en España. Nos referimos al P. Lorenzo Sierra, que fue modelo en el apostolado. Fundó las Asociaciones de la Medalla en todas sus secciones y creó para ellas diferentes boletines, como el Boletín de la Basílica de la Milagrosa y de San Vicente. En los archivos de Madrid hay un Proyecto de Reglamento para la sección de Montepío de la Asociación de la Medalla Milagrosa, obra del P. Sierra, con 61 artículos interesantes para la historia.
Para adaptar esta Basílica a los nuevos gustos, a las nuevas necesidades de parroquia y a las nuevas exigencias de la liturgia se ha comenzado un nuevo proyecto de reforma.