CAPÍTULO IX
CONSIDERACIONES OPORTUNAS PARA RENOVAR NUESTROS BUENOS PROPÓSITOS
Después de haber hecho bien el examen y de haber consultado con algún director digno sobre las faltas y sus remedios, harás las siguientes consideraciones, una cada día, a manera de meditación, dedicando a ello el tiempo de tu oración y empleando, en la preparación y en los afectos, el mismo método que indiqué para las meditaciones de la primera parte, poniéndote ante todo, en la presencia de Dios e implorando su gracia para afianzarte en su santo amor y en su servicio.