311. El Señor Vicente prefiere tolerar al Príncipe de Conti que indisponerlo contra el obispo de Cahors.
El 18 de Septiembre de 1658 estando con el Señor Vicente en la salita de San José, donde también se hallaba un sacerdote de la Compañía y alguna otra persona de la misma Compañía, fui a hablarle sobre un pleito que habían sometido al arbitraje en Toulouse y que, a pesar de eso, el obispo de Cahors, había encargado al Señor Cuissot, superior de la Misión de Cahors, que lo interrumpiera, y que el Señor Cuissot me lo escribiera así. Aquel buen sacerdote dijo entonces al Señor Vicente: «Señor, es preciso enseñar esa carta al Señor Príncipe de Conti (el cual estaba de vuelta en esta ciudad de París), para que vea que somos nosotros los que queremos interrumpir».
El Señor Vicente le replicó: «Señor, eso recaería sobre el Sr. Obispo de Cahors. No hace falta hacer eso, porque sería dar motivos al Señor Príncipe de Conti para ponerse a mal con el Señor Obispo de Cahors. Mas, es preciso que lo suframos nosotros, mejor que hacer una cosa que podría perjudicar al prójimo». Y así se hizo. Pues bien, es de notar que el Señor Príncipe de Conti se había terciado por los ruegos incluso de los amigos de Monseñor de Cahors para arreglar este asunto por estar entonces en Toulouse y, a este efecto, unos abogados de Toulouse habían tomado parte de un lado y de otro. Se trataba del Priorato de Fauvette.
Notas del P. Dodin:
Aguantar todo para no indisponer al Príncipe de Conti con el Obispo de Cahors, 18 de noviembre de 1658.
La actividad de Gilberto Cuissot: nacido en Moulins el 5 de noviembre de 1607, C.M. el 14 de mayo de 1637, votos el 4 noviembre de 1644, falleció en Cahors en 1684; como Visitador es muy importante (Cf. Notices imprimés, t.11,79-150). Fue Asistente de Vicente de Paúl (XIII.236/215, 20 de septiembre de 1647), y confesor del Sr. Vicente de Paúl (XIII.195/X.235; Carta de Gilberto Cuissot a Juan Dehorgny en 1661). Apreciado por Alano de Solminihac (III.407/ 425, 9 de julio de 1649), que pide se le mantenga en Cahors, de donde es superior (20 de diciembre de 1647, III.258/235), y donde todavía estaba el 22 de agosto de 1660 (VIII.388/399).
El 27 de julio de 1659 Vicente de Paúl pedía al Sr. Forges, escudero de la Señora Princesa de Conti, que recibiera órdenes del Señor Príncipe de Conti (VIII.53/50).
312. La Caridad, alma de la comunidad.
«La Caridad —decía a veces— es el alma de las virtudes, y el paraíso de las comunidades es la Caridad. Y la Casa de San Lázaro será un paraíso, si tiene Caridad, porque ¿por ventura existe en el paraíso algo que no sea unión y Caridad?».
Notas del P. Dodin:
La caridad, alma de las Comunidades.
El día de Pentecostés (s.fecha) (XI.44/737); E.910-911): «El alma que ama a Nuestro Señor es la morada del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, donde el Padre engendra perpetuamente a su Hijo y donde el Espíritu Santo es producido incesantemente por el Padre y el Hijo».
313. La falta de Caridad, causa de ruina.
«Entre cinco cosas —decía— que pueden arruinar la Compañía, la poca unión y la poca caridad es una de ellas».
Notas del P. Dodin:
La falta de caridad, causa de ruina.
27 de diciembre. «El Sr. Vicente dice que la Compañía durará tanto cuanto permanezca en ella la caridad. Pronunció cantidad de maldiciones contra quien faltare a la caridad, diciendo que sería no solamente la causa de la ruina de la Compañía, sino también de alguna pérdida o disminución de la perfección en la misma Compañía» (XII.435/XI.768; E.983; cf. Abelly,III.160).
314. Hay que vestir al pobre desnudo.
Un día de invierno, que hacía mucho frío y que la nieve cubría la tierra, un Hermano fue a decirle que había un pobre, que habían encontrado en la calle, que estaba totalmente desnudo, y a ver si le parecía bien que le dieran la ropa; cosa que concedió inmediatamente.
Notas del P. Dodin:
Hace vestir a un pobre desnudo.
Abelly ha recogido este acto de caridad. «Un día encontró en la calle cerca de San Lázaro a un hombre pobre casi desnudo; mandó que le dieran en seguida ropa, cosa que en él era muy habitual, y que ha practicado a menudo con varios otros, haciendo que les dieran a unos, zapatos; a otros, sombreros; a otros, camisas, y todo a expensas de la Casa» (Abelly,III.132).
315. Ejemplo extraordinario de agradecimiento.
Su agradecimiento y Caridad era tan grande para con los que hacía favores a la Compañía que el Señor Decroix, abogado del Consejo del Rey, me ha dicho que nunca ha visto a un hombre más agradecido que el Señor Vicente, hasta de las cosas más pequeñas que le hacían.
Notas del P. Dodin:
Ejemplo de agradecimiento.
—Testimonio del Sr. Decroix, abogado del Consejo del Rey.
—Testimonio no conservado por L. Abelly.