El apostolado hispano en la Provincia Este de Estados Unidos

Francisco Javier Fernández ChentoMisiones «Ad gentes»Leave a Comment

CRÉDITOS
Autor: Stephen Grozio, C.M. · Traductor: Alfredo Herrera, C.M.. · Año publicación original: 2001 · Fuente: Vincentiana.
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Introducción

Antes de informar sobre el apostolado hispano es necesario explicar qué se entiende por «hispano». Es un término usado en Estados Unidos al referirse a los inmigrantes y a sus descendientes que llegaron allí procedentes de países de habla española. Se intenta agrupar a la gente de habla hispana procedente de Centro América, América del Sur, el Caribe y España; y aunque nadie está muy conforme con ello, la palabra expresa actualmente una realidad compleja. Así pues, se entiende que el apostolado de la Iglesia para personas de habla hispana en Estados Unidos incluye a toda la gente de las «naciones hispanas». Están incluidos los inmigrantes nuevos y también los descendientes de antepasados que llegaron a este país hace varias generaciones. Puede incluir hasta los descendientes de antepasados que vivieron en los estados del suroeste antes de constituirse esta nación.

En cada uno de los trabajos descritos más adelante, los misioneros deben mostrar aprecio al idioma y cultura de las gentes a quienes prestan su ayuda apostólica. Una misma familia puede estar formada por abuelos que sólo hablan español y sus nietos «americanizados» que sólo hablan inglés. Así, en muchas parroquias se tiene que trabajar con comunidades inglesas y con comunidades hispanas. Por ejemplo, en la parroquia de San Juan Bautista en Brooklyn, Nueva York, los días importantes para la comunidad católica afro-americana son celebrados con misas en inglés, mientras que las fiestas de Nuestra Señora de la Divina Providencia (Puerto Rico) en noviembre, Nuestra Señora de Guadalupe (México) en diciembre, y Nuestra Señora de Altagracia (República Dominicana) en enero, son celebradas con misa en español.

Algunas reseñas históricas

La misión de Panamá de esta Provincia, comenzada en 1914, hizo camino para su apostolado hispano en Estados Unidos medio siglo después. Los Misioneros Vicentinos, inicialmente enviados para servir a las comunidades de habla inglesa en la Zona del Canal de Panamá, pronto comenzaron a servir al pueblo panameño y ampliaron su misión hasta el interior del país. Desde la perspectiva de este artículo, la misión de Panamá puede ser considerada como un campo de aprendizaje que no solamente sumergió a los misioneros en la lengua y la cultura del pueblo, sino que ayudó a la Provincia a conseguir una «visión misionera» que sería muy importante en futuros ministerios con poblaciones de inmigrantes hispanos en Estados Unidos.

Los primeros trabajos apostólicos hispanos de la Provincia Este comenzaron con el asentamiento de puertorriqueños en la parroquia de San Juan Bautista en Brooklyn, Nueva York, en los años 1950, y con la llegada de una comunidad de refugiados cubanos a la parroquia de San Vicente de Paúl, en Miami, Florida, en los años 1960. Durante los años 1970, estas dos parroquias fueron los únicos apostolados hispanos de la Provincia en Estados Unidos. Pronto llegó el cambio. Las oportunidades económicas en los Estados Unidos junto con la falta de seguridad política y la pobreza en países latinoamericanos impulsaron una extensa migración hacia el norte, que continuó cambiando el semblante de la Iglesia Católica en los Estados Unidos hasta hoy.

La respuesta de la Provincia Este a la realidad del cambio fue la fundación de la Misión Vicenciana Migratoria en la Diócesis de Kalamazoo, Michigan, en 1979. Fue el primer trabajo de la Provincia, diseñado especialmente para católicos de habla hispana en Estados Unidos. Los PP. Arthur Kolinsky y Thomas Hynes, ambos con experiencia misionera en Panamá, junto con la Hna. Rosemary Tierney, SSJ, (quien había sido misionera en Perú), formaron el núcleo de un equipo que misionaba a los obreros agrícolas migratorios, de origen mexicano principalmente, y a los residentes hispanos de la Diócesis. Este ministerio era una colaboración (en la que estaban implicados clero, religiosos y laicos) muy itinerante y siempre con carácter de misión. Se daba prioridad a la formación de ministros y líderes laicos en cada comunidad y entre trabajadores del campo. Esta labor misionera tuvo un aspecto original: en el invierno uno o dos de los misioneros vicencianos emigraban misionándoles en sus pueblos de Texas, Florida y México. Este apostolado continuó hasta 1989 cuando se terminó por falta de personal misionero.

Ministerios presentes

En el año 2001 la Provincia Este tiene actualmente seis ministerios apostólicos en las comunidades de habla hispana en Estados Unidos:

Brooklyn, Nueva York

La Parroquia de San Juan Bautista, fundada en 1868, ha servido a los Católicos de muchos grupos étnicos ya que oleadas de inmigrantes pasaron por esta vecindad de Brooklyn. Cuando las familias puertorriqueñas comenzaron a llegar a esta parroquia, los PP. Paúles empezaron con una misa en español en una pequeña capilla. Hoy, el 80% de los miembros de la parroquia son hispanos; es realmente bilingüe. Se celebran las misas en inglés y español en tres domingos del mes. En el cuarto domingo se tiene una liturgia bilingüe para unir a la comunidad dominical y celebrar la unidad dentro de la diversidad que existe en la Parroquia. No es una tarea fácil ya que feligreses de 30 países diferentes participan en la liturgia.

En San Juan Bautista ponen muchos esfuerzos en hacer planes y llevarlos a cabo. El plan de pastoral bilingüe contiene las metas y objetivos de cada ministerio parroquial. Sobresalen en importancia el ministerio negro y los comités del ministerio hispano que guían las actividades de la Parroquia de acuerdo con la realidad y las diferencias culturales de la gente. Otros dos impulsos mayores de la parroquia son la formación de seglares y la acción social. El Instituto Pastoral San Vicente de Paúl para laicos tiene un programa de tres años en inglés y español para formar comprometidos líderes seglares. La Parroquia es una colmena de programas educacionales y sociales, afrontando las causas de la pobreza y equipando a la gente para conseguir mejores condiciones de vida para ellos mismos y para sus familias.

Misiones Populares en español

El Equipo Misionero Bilingüe fue establecido en el otoño de 1985 y continúa dando misiones de un mes entero en parroquias por Estados Unidos y América Latina. Aunque el esquema general de las misiones es el mismo, los PP. Arthur Kolinsky y John Kennedy cambian esa estructura ante la realidad de cada parroquia donde se da una misión. Dondequiera que van, ellos colaboran con el párroco, el equipo del clero parroquial y los seglares para llegar hasta los hispanos, en especial a los pobres que se sienten marginados o que no acuden a la parroquia, invitándoles y recibiéndoles en la familia parroquial. De ordinario, la misión dura un mes: tres semanas para visitar y reunir a la gente en grupos de oración en sus barrios, y una para celebrar una misión tradicional de predicación en la iglesia. En todos los sitios los seglares de la parroquia reciben instrucción en técnicas de visitar a las familias durante la misión. Cuando el Equipo Misionero Bilingüe se marcha los misioneros seglares continúan trabajando en la parroquia como núcleo del grupo hispano local.

Southampton, Nueva York

El Ministerio de Evangelización Hispano en Southampton, Nueva York, evangeliza a los inmigrantes de todas las partes de Latinoamérica que llegan a la región de la parte final del este de Long Island por las oportunidades de empleo en construcción, jardinería, restaurantes, limpieza a domicilio y trabajo en el campo. Son varias las consideraciones del panorama real que ayudan a entender a la gente. En general, son inmigrantes recientes. Español es la lengua predominante (para adultos y niños) y tienen fuerte apego a las costumbres de su tierra. La estación de verano les obliga a trabajar durante muchas horas; por lo tanto, su presencia en las actividades de la Iglesia baja durante este tiempo y vuelve al ritmo anterior durante el otoño.

Los Misioneros Vicencianos comenzaron este ministerio en 1997, como respuesta a una necesidad de la Diócesis que no podía proveer de sacerdotes hispano- parlantes a la creciente población de inmigrantes hispanos. Los PP. Gregory Semeniuk y Orlando Cardona (de la Provincia de Colombia) viven juntos en una casa de la Comunidad pero están continuamente «en la carretera» visitando la gente y viajando a los seis pueblos donde se celebra la misa en español en las parroquias. En general, los párrocos y las comunidades parroquiales son amables con los hispanos, pero la lengua y las diferencias culturales son aún una barrera a la cordialidad entre las comunidades de habla inglesa y de habla española. Además de atender a los deberes sacramentales, ellos ponen empeño en la formación de los seglares y la propia.

Carolina del Norte

El P. Maurice Roche fue el primer misionero de la Provincia Este destinado al ministerio hispano en Carolina del Norte. Ejerció su apostolado entre los inmigrantes mexicanos de la Diócesis de Raleigh desde 1990 hasta su muerte. Nuestro actual apostolado en el Ministerio Hispano en la Diócesis de Charlotte empezó en 1995 cuando el P. Vincent Finnerty fue nombrado Director Diocesano del Ministerio Hispano. La Diócesis, que se extiende a la mitad del oeste de Carolina del Norte, ha tenido en la última década un crecimiento impresionante en la población hispana. Las cifras del Censo en Estados Unidos cuentan la historia del desafío al que Vincent se enfrentó. En el año 2000 esa cifra subió a 378.963 personas; un crecimiento de más de 300.000 hispanos, casi todos inmigrantes atraídos por los empleos en la construcción y el servicio doméstico.

El apostolado realizado allí ha sido fenomenal. Desde 1995 el número de comunidades católicas hispanas ha crecido de 17 a 47; el número de misas dominicales en español ha aumentado de 17 a 56 (incluyendo nuestra parroquia vicenciana en la ciudad de Greensboro). Los párrocos locales celebran ahora muchas de sus misas en español, algunas veces con líderes seglares que traducen la homilía. La Diócesis tiene ahora un coordinador del ministerio hispano en cada una de sus diez vicarías.

Los retiros de evangelización, preparados y organizados por seglares entrenados han sido medios efectivos para acercarse y evangelizar a los hispanos de la Diócesis de Charlotte. Más de 8.000 jóvenes y adultos han hecho estos retiros. Son retiros del tradicional Cursillo, adaptados a las necesidades actuales de la población. Los ejercitantes, al volver de los retiros, en la misa del domingo siguiente dan su testimonio sobre la experiencia. Estos testimonios animan a otros a participar en el retiro espiritual.

En 1998, el P. Joseph Elzi se unió al P. Vincent, en Charlotte, y el trabajo continuó. En estos últimos años un programa de radio católico diocesano ha sido inaugurado. Un ministro diocesano de juventud hispana ha sido contratado y esta actividad ha comenzado en un centro hispano para la evangelización, en la ciudad de Charlotte. Cuatro muchachos viven ahora con los Misioneros Vicencianos formando parte de un programa de discernimiento vocacional. Trabajan en empleos fuera de casa, estudian inglés y toman cursos universitarios preparándose para el seminario. Dos participantes en el programa de discernimiento han ingresado en el seminario, uno para la Diócesis y otro, Jesús Guadarrama, para los PP. Paúles.

Filadelfia, Pennsylvania

El Equipo de Evangelización Hispano en Filadelfia, Pennsylvania, es un ministerio en colaboración con las Hijas de la Caridad. Tiene tres miembros de tiempo completo: Sor Christine Mura, DC; los PP. Joseph Cummins y Stephen Grozio; y uno a tiempo parcial, el P. Charles Shanley (asistente del Director de Novicios). El equipo atiende a la comunidad hispana católica de la Archidiócesis de Filadelfia. Con experiencia de tres años en esta labor, el Equipo es responsable del ministerio hispano en tres parroquias de los barrios más pobres de la ciudad. También se encarga de la evangelización hispana en toda la vicaría norte de Filadelfia a través de visitas, del ministerio de mujeres y del ministerio de jóvenes.

Algunas actividades notables de nuestra labor están patrocinadas por el programa «Las Mujeres Merecen» (Women Are Worthy), que busca la mejoría de vida de las mujeres hispanas, quienes se sienten desprotegidas en una sociedad en la que llevan el peso de trabajar, criar hijos y mantener la familia unida. Durante este verano los programas de visitas serán establecidos en cinco parroquias. Los laicos recibirán formación en técnicas de evangelización y saldrán a visitar a sus hermanos y hermanas hispanos en sus barrios. El equipo también colabora con el Instituto Católico, dando cursos de formación laica y patrocinando talleres de líderes laicos.

La Misión de Alabama

El apostolado más reciente con hispanos en la Provincia está en Alabama. En 1995, cuando los Vicencianos comenzaron su plan apostólico para renovar la Misión de Alabama, se encontraron con la creciente presencia de la población mexicana. Atraídos por la perspectiva de trabajo en fábricas y en la industria maderera, los nuevos inmigrantes eran en su mayoría hispanos, y muchos estaban sin documentos. Dos Padres Paúles, Martín McGeough y Francis Sacks, comenzaron a estudiar el idioma y se prepararon para decir la misa en español durante la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. La primera celebración, el 12 de diciembre de 1997, fue bien aceptada, y la gente les pidió que continuaran celebrando la misa en español. A marcha lenta pero segura los números crecieron; y ahora la misa en español se celebra todos los domingos en los pueblos de Roanoke, Ashland y Alexander City, y una vez al mes en Opelika. En 1999, el P. Thomas Hynes fue destinado a la Misión de Alabama para ejercer el ministerio entre los hispanos. Él continúa visitando la comunidad hispana y ha comenzado comunidades de base en los campamentos locales de caravanas.

¿Qué esperamos del futuro?

Los informes del censo y las tendencias de la inmigración presentan un crecimiento continuado de católicos hispanos en Estados Unidos, y los seminaristas de hoy aceptan el reto de aprender español y de «meterse de lleno» en las experiencias del ministerio con los hispanos. También se ve un aumento de interés en la Comunidad hacia los latinos. Conforme cambia la imagen del pobre, también cambiará la imagen de la Provincia, cuando los amados pobres de Dios son llamados al ministerio, siguiendo los pasos de Vicente de Paúl.

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