Análisis Hermenéutico de Tres Conferencias de San Vicente de Paúl y su Actualidad en la Situación de Pobreza en Centro América (5)

Francisco Javier Fernández ChentoFormación VicencianaLeave a Comment

CRÉDITOS
Autor: Julio Adolfo Castellanos · Año publicación original: 1997 · Fuente: Facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar, Guatemala.

Tesis de licenciatura de Julio Adolfo Castellanos, al conferirsele el Título de Letras y Filosofía en el Grado de Licenciando en Guatemala, Octubre de 1997, Universidad Rafael Landívar Facultad de Humanidades Departamento de Letras y Filosofía. Tesis presentada al Consejo de la Facultad de Humanidades de la Universidad Rafael Landívar. Por su extensión se presenta en varias entradas.


Tiempo de lectura estimado:

IV. Desarrollo del Análisis Hermenéutico en los Tres Textos de San Vicente de Paúl (1658)

IV.1 Charla del 23 de octubre de 1658

CONSEJOS A LOS JÓVENES ESTUDIANTES QUE IBAN A EMPEZAR LA FILOSOFÍA.

IV.1.1 Texto y Comentario

El padre Vicente les recomienda que no pierdan el espíritu del seminario y que eviten el deseo de sobresalir. Rezar a Nuestro Señor para alcanzar la humildad. Utilidad de la verdadera filosofía.

Este es un comentario, que hace el recopilador, al principio de algunas conferencias, para anunciar el contenido del mismo. Así esta charla es el primer llamado a mantener la humildad, de jóvenes que están saliendo de la experiencia de Seminario Interno. Es una plática pequeña, pero que es importante rescatar, ya que pocas veces se ve a San Vicente dirigiéndose específicamente a un grupo de jóvenes.

Una vez que los estudiantes estuvieron preparados para empezar los estudios de filosofía, se dirigieron conducidos por el padre Guillot, sacerdote de la Compañía y director suyo, a visitar al padre Vicente y, puestos de rodillas como acostumbraban hacer.

El relator nos describe el ambiente en que llega un grupo de muchachos a donde está Vicente de Paúl y como es costumbre de la época se colocan de rodillas frente al Superior General de la Congregación de la Misión.

Les recomendó mucho que estudiasen con el espíritu que Nuestro Señor desea, a fin de servir mejor a Dios y con mayor utilidad al prójimo;

Aquí el relator empieza a describir las palabras textuales de Vicente de Paúl, quien les hace un llamado a estudiar con entrega, ya que los estudios son de mucha utilidad. Pero lo importante del texto, es que Vicente de Paúl, nunca pierde el sentido de un estudio, no por el estudio en sí, sino siempre en función de los pobres del campo, a quienes se debe la Compañía.

que tuviesen mucho cuidado de que el orgullo no se apoderase de su corazón por el deseo de sobresalir, de ser estimados, de tener éxito en los estudios;

Esta es una advertencia al orgullo, el cual puede inundar el corazón de la gente que triunfa en los estudios. Vicente de Paúl no desea muchachos sobresalientes para que obtengan méritos y honores. Además una de las cinco virtudes vicencianas, que el padre Vicente recalca durante el Seminario Interno, es la virtud de la humildad, a la que apela constantemente en esta conferencia. muchos jóvenes, al salir del noviciado o del seminario, se pierden con frecuencia por ese motivo y abandonan el espíritu del seminario.

Vicente de Paúl a través de casi 30 años de estar formando jóvenes en los seminarios y de instruir a los eclesiásticos, sabe que al terminar el Seminario Interno, entran en un ambiente diferente. Se encuentran con jóvenes con otras aspiraciones, que no les interesa precisamente la evangelización de los pobres. Y sabe que algunos al obtener triunfos en los estudios prefieren hacer grandes predicaciones regadas de tecnisismos, a la que la gente sencilla no puede acceder, por su bajo nivel cultural. Por lo que pide mantener el espíritu de humildad que se ha intentado formar durante el seminario interno.

Pues bien, para evitar que caiga ese mal sobre ustedes, hermanos míos, no tengan deseos de alcanzar éxitos, de llevarse premios, de distinguirse en la argumentación, bien sea defendiendo o bien sujetando;

En la época medieval la filosofía era tomada como una ciencia, con la cual se podía discutir y hacer grandes debates. Por lo que pide a sus discípulos que se abstengan de intervenir obsesivamente en los debates de argumentación, en donde se defiende una tesis o se ataca algún argumento. deseen más bien, anhelen y pidan mucho a Nuestro Señor que les conceda la gracia de amar y de practicar la humildad en todo y por todo, de estimar el desprecio de ustedes mismos, de no buscar ni desear más que esto,

Porque precisamente el carisma Vicentino, es un llamado al amor. Primordialmente a Dios y luego que ese amor se convierta en amar a los demás. Vicente de Paúl lleva hasta el extremo la virtud de la humildad y pide que los muchachos busquen el desprecio y no desear el triunfo en los estudios y las argumentaciones. Sin embargo esta falta de espíritu competitivo no es para olvidar que el estudio requiere mucha seriedad, entrega y dedicación. Porque no es para enfrentarse a los compañeros, pero si para aprender bien lo que se les está enseñando, para luego servir mejor a los demás.

y sobre todo de creer que, si tienen algo en ustedes mismos que les haga dignos de un poco de estimación, es porque Dios se los ha dado y lo han recibido de él.1

Este es un llamado que hace Vicente de Paúl, para que cada estudiante, por muy brillante que pueda llegar a ser, no se sienta autosuficiente. Que cada uno descubra esos talentos que Dios ha brindado y se debe dar gracias a ese Dios de bien.

Vivan, hermanos míos, con este espíritu; procuren, hermanos míos, conservarlo, si es que ya lo tienen; y si no lo tienen, pidan insistentemente a Nuestro Señor.

Vicente de Paúl, hace un llamado a esos jóvenes que se han venido formando por más de un año, en los principios y en las virtudes de humildad, sencillez, mansedumbre, mortificación y celo apostólico. Y que si han adquirido esas virtudes, que no las pierdan por el simple orgullo de saber utilizar términos filosóficos, que son importantes, pero que pueden llenar de orgullo los corazones de los futuros misioneros de los pobres.

Que la filosofía que van a aprender les sirva para amar y servir mejor a Dios, para elevarse hasta él por medio del amor,

Nuevamente el llamado es anteponer la ley del amor, que se expresa en el servicio a los más necesitados y que esta filosofía ayude a comprender y entender mejor las enseñanzas del amor de Cristo evangelizador de los pobres. Esta es una exigencia que muchas veces se ha olvidado porque por pensar en que se va a trabajar con campesinos, algunos estudiantes toman los estudios con apatía y conformismo, sin pensar en que el asumir las resposabilidades del estudio también es un bien para los pobres.

y que al mismo tiempo que estudian la ciencia y la filosofía de Aristóteles y aprenden todas esas divisiones, aprendan también la de Nuestro Señor y sus máximas, y las pongan en práctica,

Es interesante observar que en la filosofía de la que habla Vicente de Paúl, tiene un interés especial en las ideas Aristotélicas. Estamos en el siglo XVII cuando la filosofía racionalista de Descartes está naciendo (Descartes muere en 1650, 9 años antes de esta conferencia) y que al mismo tiempo se están extendiendo las ideas Pascalinas que apoyan el movimiento Jansenista que impone la gracia sobre la libertad humana y que predica herejías contra la Iglesia Católica (Pascal muere en 1662).

Sin embargo dentro de la Iglesia Católica, por sugerencia del Concilio de Trento, las posturas de la filosofía Aristotélica-Tomista son las recomendadas. Y es que la filosofía escolástica, que se basa en la lógica, la metafísica y la ética de Aristóteles, además de ser enriquecida por la Suma Teológica de Sto. Tomás, es una filosofía que parte directamente de la experiencia, por medio del método inductivo. Pero por otro lado la filosofía escolástica en su lógica silogística logra una línea de pensamiento deductivo. Vicente de Paúl parte de la experiencia para crear un pensamiento y doctrina subyacente, que se refleja en todas su obras de caridad. Así la propuesta vicentina de partir de las necesidades del pueblo es compatible con el principio de la propuesta escolástica de partir de los seres particulares y se opone a imponer ideas conclusivas, a partir de ideas o premisas ya elaboradas, sin contar con la experiencia directa. Al final Vicente de Paúl recuerda que la filosofía es una herramienta para entender mejor al evangelio, nunca para suplantarlo.

de forma que todo lo que aprendan les sirva, no ya para hinchar su corazón, sino para servir mejor a Dios y a su Iglesia.

Vicente de Paúl empieza su breve conclusión, de su pequeño diálogo con los jóvenes que se disponen a iniciar sus estudios de filosofía. Nuevamente les pide que nos se les «hinche el corazón», que es una metáfora en la que pide que no se llenen de orgullo, sino que recuerden el objetivo final de la Congregación de la Misión, que no es recibir méritos en la tierra, sino verdaderamente servir a Dios y a los miembros de la Iglesia. Aunque el llamado siempre es para aprovechar ese tiempo de estudios, ya que esa riqueza, también será un aporte a la comunidad que está al servicio de los más necesitados. La filosofía es muy útil a una persona, cuando uno se sirve de ella como es debido y con el espíritu que Nuestro Señor lo desea; cuando se obra de otro modo, sólo sirve para perder a las personas y para hinchar su corazón.

Vuelve a recalcar la importancia de la filosofía, ya que forma el perfil crítico de la persona, pero que espera que sea un instrumento útil en su formación y no que la filosofía, llena de argumentaciones sea motivo de olvidar los principios y virtudes que han reflexionando dentro de las reglas de la Congregación de la Misión. Así Vicente de Paúl ruega a Dios, para que ilumine a los jóvenes, a imitar a Jesús evangelizador de los pobres, pero que para servir mejor a las personas y no llevarles a la perdición, puedan aprender de esa formación, que la deben de tomar en serio, sin llegar al egoismo y la vanagloria.

Bendición de Nuestro Señor…

San Vicente se despide con la bendición a los estudiantes de filosofía y a su padre director.

IV.1.2 La actualidad en Centro América del texto de San Vicente a los estudiantes de Filosofía San Vicente dirige su mensaje a jóvenes que han terminado el Seminario Interno y que ingresaran a estudiar filosofía, junto con jóvenes de otras instituciones. Pero para San Vicente el objetivo de estudiar filosofía es el de lograr instruirse para poder servir mejor a los pobres, sin buscar ningún mérito o premios en las discusiones. En el siglo XX vemos como las posturas y actividades filosóficas son diferentes a las que existían en el siglo XVII. En ese siglo, un contemporáneo de San Vicente, el francés Renato Descartes daba inicio a la filosofía moderna, en la que la postura subjetiva y racionalista tuvo gran auge. El desarrollo de éstas posturas que dudaban de todo, menos de la razón, fueron llevando a la humanidad a la creencia utilitaria de Dios y en el siglo XIX la filosofía vitalista llevó a Nietzché a criticar la tradición occidental, la cual al enalter a la razón, llevó a la humanidad a declarar «la muerte de Dios» A fines del siglo XX, el pensamiento moderno que se habían desarrollado desde el siglo XVII, se ve cuestionado por la corriente filosófica denominada «Post­modernismo». La cual trata de romper con toda la moral, en donde «mi conciencia» define lo que es «bueno» y lo «malo». Se deja de considerar a la filosofía como una ciencia sumamente importante, como lo fue en el siglo XVII, y se le toma como una actividad crítica y valorativa, que sirve como herramienta para emitir juicios. Precisamente de ahí deviene la importancia que tiene para la juventud actual el estudio de la filosofía. Porque la cultura post-moderna, pretende la alienación de la conciencia humana a través de los mensajes que transmiten los medios de comunicación social. La mayoría de la población, especialmente los más pobres, son manipulados a un consumismo, que no le permiten llenar sus necesidades reales, sino que aparecen una serie de necesidades ficticias en las cuales se vuelcan sus esfuerzos para satisfacerlas.

Los estudiantes de filosofía de la Provincia de Centro América, han tenido un proceso diferente al de la época de San Vicente, ninguno ha realizado su experiencia de Seminario Interno, para algunos su proceso se inició en el año de postulantado y otros vienen de experiencias en otras casas de la Provincia; como el seminario Cristo Evangelizador en Panamá o de la experiencia de apostólica que se tuvo en la casa de San Jacinto, San Salvador.

La casa de filosofía de la Provincia de Centro América se ubica, desde febrero de 1992, en la Colonia 4 de febrero, de la ciudad de Guatemala y los estudiantes asisten a clases en la Universidad Rafael Landívar, sede Mixco, donde obtienen el título de Profesores de Enseñanza Media en Filosofía. Todos conviven en un barrio pobre de la ciudad de Guatemala y esa experiencia entre los empobrecidos y los estudiantes, hace que su sensibilidad y su capacidad crítica aumente; porque no solamente es desarrollada una filosofía a partir de los libros, sino especialmente a partir de la realidad de la mayoría de la población, que vive pasando hambre, carece de una vivienda digna, pero generalmente no falta la televisión y la radio: medios que van creando los puntos que determinan los criterios de selección de oportunidades y de ideas en su quehacer cotidiano.

Es tan difícil predicar sobre amor, cuando los niños pasan viendo largas horas frente al televisor viendo programas llenos de odio y de violencia. Es tan difícil predicar sobre igualdad y Reino de Dios, cuando la vida de los ricos y los magnates llama más la atención que la vida del pobre carpintero de Nazaret. Y es casi imposible hablar sobre el matrimonio, donde el sexo libre y la pornografía son imágenes que se transmiten a cada poco por los diferentes medios de comunicación masiva.

El pobre cada vez es más pobre, y se está llegando a una cultura mediocre, en que el pensamiento y los ideales son cosas del pasado. Por eso el estudio de la filosofía debe cimentar las bases sólidas, para ser agentes de discernimiento en las comunidades en donde se encuentre un misionero Vicentino. Que se vean las situaciones desde otro punto de vista y que se invite a la comunidad a reflexionar las causas de la situación, para no caer juntos en la postura fatalista de que «el destino nos ha hecho pobres», siempre en búsqueda de la utopía de la construcción de un reino de justicia, de amor y de paz.

De esta manera se rescata el pensamiento Vicentino de utilizar la ciencia filosófica para ponerla al servicio de los más desposeídos, que si apenas tienen que comer, mucho menos tendrán acceso a los libros de filosofía, pero que se debe transmitir las herramientas para crear un sentido de reflexión desde el pueblo, lo que ayudará a tomar posturas críticas y alternativas ante un mundo que ve a la persona como un simple consumidor.

Es importante retomar las ideas de San Vicente de Paúl, de que un estudiante de la Congregación de la Misión, no debe sobresalir por su elocuencia en los debates, pero sí debe tomar con mucha responsabilidad y seriedad, el estudiar con todo el empeño posible, para que su estudio sea un medio de servicio a los pobres.

  1. 1 Corintios 4, 7 «Pues, ¿en qué te diferencias de los demás?, ¿qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te sientes orgulloso como si no lo hubieras recibido?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *